Casas Embrujadas

Se llaman casas embrujadas o encantadas aquellas en las que ocurren fenómenos extraños, generalmente malignos.

Que una casa esté embrujada se puede explicar de dos maneras: porque ha sido construida sobre un terreno inadecuado, como un cementerio, o porque en ella han habitado o habitan seres malignos o que han sufrido una muerte violenta.

Cómo reconocer una casa embrujada:

1. Al acercarse, se nota una sensación extraña
2. En su interior se oyen gritos o ruidos de los que no se sabe su procedencia
3. En las ventanas se pueden ver sombras
4. Aparecen manchas en las paredes, suelo o techo de la casa, generalmente de color rojo o granate
5. Pueden aparecer en ellas fantasmas u otros seres
6. Los objetos y muebles se cambian de sitio
7. Los habitantes de la casa sufren cambios de humor repentinos
8. Se funden las luces, se rompen cristales y espejos
9. En algunos casos, cambian de ubicación
10. Hay alteraciones entre el tiempo presente y pasado dentro de la casa

Cómo librarse de los fenómenos que ocurren en las casas embrujadas:

Lo primero es identificar la raíz del problema, si este es que la casa ha sido construida sobre un lugar donde descansan restos humanos o de otros seres, es decir, un cementerio o un campo de batalla, lo mejor es disculparse y hacer un encanto para cambiar la ubicación de la casa o, si hay no mágicos en los alrededores, derruir la casa y construirla en otro lugar. Es muy importante asegurarse de que nadie vuelva a intentar edificar en el mismo sitio, ya que si se construye dos veces encima del mismo camposanto, los muertos pueden llegar a irritarse hasta límites insospechados.

Si el problema es que en el lugar ocurrieron muertes violentas, una opción será intentar aliviar la angustia de los espíritus moradores, sin embargo, las pocas veces que esto da efecto, prevalece en la casa esa mala sensación que sentimos cuando en algún lugar se ha realizado magia negra. Por eso, la mejor opción es abandonar la casa tal y como está, ocupándose de que nadie vuelva a habitarla, ya que, aunque estos espíritus parecen no irritarse por los moradores de sus antiguas moradas, son de un tipo muy peligroso. Es muy difícil que este tipo de casas sea destruido, pero, si se consigue, lo más probable es que los espíritus, en vez de desaparecer, persigan a tu familia para siempre.
Por último, si lo que ocurre es que hay seres malignos habitando en la casa, la mejor opción será identificar el tipo y número de seres que la habitan y después echarlos con los hechizos, pócimas y rituales específicos para ahuyentar a cada especie.

En todos los casos es muy importante que todos los miembros de la familia estén protegidos mágicamente en todo momento y que los niños estén bien vigilados. Después de librarse de la casa encantada, conviene asegurarse de que todo haya vuelto por completo a la normalidad. Igualmente, en todos los casos es de gran ayuda la actuación de un profesional.